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jueves, 12 de mayo de 2011

Nuevas distancias nos aproximarán del alto de un cielo

Se dice que un diamante en bruto es una piedra enquistada en la pared de una mina que, al ser substraída y pulida, se convierte en una preciosa gema que llega a valer millones.

A simple vista, nunca llama la atención. Puede llegar a considerarse hasta barro para aquellos ojos que no sepan ver más allá de lo evidente. Pero siempre llega alguien. Alguien que consigue ser consiciente del valor que tiene esa piedra, de lo bonita que puede llegar a ser, y ese alguien es quién alcanza su logro más alto al estraerla y convertirla en tesoro.

La gente necesita ser pulida. Tú necesitas ser pulido, porque, aunque nadie aun lo sepa, tú eres esa preciosa gema que algún día deslumbrará en las noches más oscuras. Sólo necesitas tener paciencia, curtirte con el tiempo, ser lo que tú quieres ser. Y un día, el dragón que llevas dentro alimentará el fuego de tu alma y conseguirá sacar de ti ese brillo tan abstracto y peculiar que conseguirá dejar boquiabiertos a todos aquellos que en su día no quisieron apreciarte.

Lo sé. Créeme. Tú eres un diamante en bruto.





Dentro de ti hay mucho más de lo que tú conoces.

(Laura Gallego, Memorias de Idhún)

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