emptyemptyemptyemptyemptycoloreameemptyconemptyelemptycoloremptydeemptylosemptyemptyemptyemptyemptyemptyemptyemptyemptyemptyemptyemptyemptyemptyemptyemptyemptyemptyemptyproblemas

martes, 26 de abril de 2011

Tú no eres sin mi. Yo sólo soy contigo

Eres débil escondiéndote tras esos pinchos. Ven. Acércate a mi. Déjame quitartelos despacio, uno a uno. Prometo no hacerte daño. Juro hacerlo con sumo cuidado. No cesaré hasta ver terminado mi trabajo, y una vez entonces, yo te protegeré de todo golpe que pueda magullarte. Recuerda, yo fui quien te descubrió, yo seré la que te cubra pase lo que pase. Ven. No tengas miedo de mi. Confía. Deja atrás la coraza de erizo que un día te obligaron a ponerte.








It is a risk to love. What if it doesn't work out? Ah, but what if it does?

(Peter McWilliams)

lunes, 25 de abril de 2011

Corre que el tiempo vuela

Qué inoportuna coincidencia que el color de las amapolas en verano dure menos que el de los lirios en invierno, que los acordes de la canción más magica de un concierto vuelen por el escenario y, sin apenas apreciar la melodía, se pierndan confundidos por el silencio, que el recuerdo del sabor dulce del chocolate sea más placentero incluso que el del momento en que pudiste saborearlo, que los minutos corran cuando menos deben de correr y las horas se escapen sin ni si quiera tener la oportunidad de encerrarlas en un frasquito de cristal.



Qué fatídico que falten minutos para alargar la sensación de júbilo que te invade cuando gritas al cielo que eres feliz, que siniestro que no exista el invento de volver a revivir una y otra vez aquellas imágenes que te hicieron sonreír, que confuso que nada vuelva a ser como fue aquella vez.



Y, sin embargo, que fácil sería si todo esto pudiera seguir, que sencillo parecería cada detalle sin el destello de que se acerca el fin. No se necesita la certeza de una continuidad, sino la sabiduría de que aprovechando esos instantes fuiste tú misma, y que nada ni nadie podrá cambiar nunca el sonido de tus carcajadas ante cualquier simpleza que no tenga sentido para nadie más que para ti.








Vale decir preciso, o sea necesito, digamos me hace falta: tiempo sin tiempo.

Mario Benedetti

jueves, 14 de abril de 2011

Got a Secret. Can you keep it?



- ¿Me quieres?


+ Claro que te quiero.


Sus mejillas se curvaron en una media sonrisa y el la besó con todo su amor. Entregándose al cien por cien de aquella escena que tantas veces había imaginado tumbado en su cama mirando hacia el techo. El beso fue correspondido. Intenso pero breve.


+ Pero ten presente una cosa.


- ¿A qué te refieres?



Guardó silencia durante unos segundos antes de pronunciar esas palabras que hicieron que su corazón comenzara a quebrarse.



+ Nunca. Nada. A nadie.



No entendía porqué quería esconderse pero era tanto el sentimiento que guardaba dentro que ni si quiera dudó al aceptar el trato que le proponía. No sabía que aquello iba a ser el principio de un trepitoso final.








Si quieres nos amamos sin decirlo con tus labios


(Stéphane Mallarmé, Rondeles II)

miércoles, 13 de abril de 2011

Y escogió el dulce sabor de la libertad

Caminaba por las calles despacio, sin prisa, como si el segundero de su reloj no se moviera ni si quiera un milímetro. Observaba a la gente sonriente e imaginaba en qué punto estarían paradas sus vidas, a qué lugar volverían en el pasado para repetir una y otra vez las mismas situaciones gloriosas que marcaban sus recuerdos. Percibía los exquisitos olores de los restaurantes más lujosos de la ciudad aunque su estómago ya estaba saciado de esperanzas. No se oponía a aquello que tuviera que llegar, se consideraba lo suficientemente fuerte para superar cualquier obstaculo. Su época de malos presentimientos había terminado por fin, ya no tenía miedo a aquello que temió. No volvería a sufrir. Ninguna lágrima bañada de amargura se deslizaría de nuevo por sus mejillas, de eso estaba completamente segura. Ya no necesitaría el maquillaje para cubrir las manchas púrpuras de su piel o mirar hacia atrás cada dos por tres cuando va a hacer la compra. Se pintaría los labios por el simple hecho de sentirse bien consigo misma y no se creería culpable por ello. Había conseguido superar aquello que jamás hubiera imaginado. Había escogido ser feliz en un futuro cercano y se había hecho realidad sin apenas ser consciente. Ahora ya podía volver a empezar a vivir, y eso era precisamente lo que estaba dispuesta a hacer.



Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, ni si quiera yo. Si tienes un sueño, ve a por él. Las personas que no son capaces de realizar sus sueños te dirán que tú tampoco puedes. Si quieres algo, ve a por ello y punto.


(Buscando la felicidad)


lunes, 11 de abril de 2011

Pero es que su voz es de las que te hace caminar

Querida Princesa :

Me atrevo a escribirle esta carta debido a que el palacio ya no vislumbra tan despampanante desde hace unos días. Las lámparas se han ido apagando una a una y no quedan cerillas para los candelabros, los suelos no brillan de la forma en que lo hacían e incluso el jardín ha perdido el verde característico de su cesped.

Ningún habitante del castillo parece entender el por qué de este deterioro tan fugaz. Todos suspiran susurros sonoros por los pasillos y divulgan a cerca de su posible pérdida de interés por el mundo que le rodea. Pero, he de decir que yo, entiendo todo cuánto está sucediendo.
Sé que tiene miedo a perder sus zapatos de cristal, que sufre porque un ladrón le robó la corona, que sus vestidos no se tornan tan elegantes como los que solía llevar y que su sonrisa se ha perdido jugando al escondite.

Más no debe temer, porque yo misma me ofrezco voluntaria para guardar sus delicados zapatos bajo la llave de mo corazón, también para capturar a ese maldito bastardo que huyó con su bien más preciado. Me encargaré de comprarle los vestidos más lustrosos de toda la ciudad y encontraré la manera de ganarle el juego a su sonrisa.

Yo cuidaré de usted, mi preciosa princesa. Yo haré que cada día sea mágico, que mi tiempo a su lado sea risueño, que sus ojos hagan juego con los rayos más brillantes del sol. Yo le abrazaré en sus noches más largas y sonreiré con usted al ver los minutos volar. Prometo estar ahí segundo tras segundo, por siempre, para la eternidad.

No tema, siempre tendrá una amiga en la que puede confiar.

Atentamente






Mi más sincero yo








A veces tienes que estar alejado de aquellos a los que quieres, pero eso no significa que no los quieras, muchas veces eso te hace quererlos aun más.


(Nicholas Sparks, La última canción)















El placer de hacer exacto lo incorrecto

Y entonces, él la miró con una sonrisa pintada en los labios, y ella le correspondió sonriendo a su vez, perdiéndose en esos ojos del diablo. Fue una mirada breve pero intensa. Cargada de complicidad. Como se miran dos niños que saben que han hecho algo que no deberían hacer.




Ríndete a la gran verdad final, a lo que has de ser conmigo.


(Pedro Salinas, La Voz a Ti Debida)